Philae se apaga tras cumplir una misión histórica

 El módulo Philae pudo enviar sus últimos datos antes de apagarse este sábado en el cometa en que se encuentra desde el miércoles, completando una misión histórica que podría ayudar a entender el origen de la vida en la Tierra.
Philae sobre el cometa. (Reuters)© Reuters Philae sobre el cometa. (Reuters)La noche del viernes, cuando los científicos temían que ya se hubiera quedado sin batería, Philae logró enviar un torrente de datos desde el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra.

Previamente, durante el día, hizo una perforación de 25 centímetros en el cometa, aunque no se sabe aún si logró extraer una muestra de la superficie. Más tarde, el CNES, la agencia espacial francesa que participa en la misión, anunció que se había perdido el contacto por falta de energía del robot, enviado al cometa por la sonda europea Rosetta.

Philae, que se posó a la sombra, entre unas rocas, funcionó primero con una pila de 60 horas de vida. El problema es que sus baterías solares, que debían tomar el relevo, no recibieron suficiente luz para permitirle seguir funcionando.

Sonda Philae: Los rebotes tras el aterrizaje podrían haberla trasladado a un kilómetro de su destino y en una zona de sombra

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El robot protagonizó el miércoles un aterrizaje histórico sobre un cometa. Pese a que los arpones para anclarlo en la superficie no funcionan, se mantiene estable. Sin embargo, los rebotes tras el aterrizaje podrían haber trasladado al módulo a un kilómetro de su destino en una zona de sombra

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La primera foto desde un cometa ESA

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Una maqueta representa el aterrizaje del módulo Philae sobre el cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko durante una presentación a la prensa en el centro de control de satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Darmstadt (Alemania) ARNE DEDERT | EFE

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La Sonda Philae se encuentra posada sobre un cometa a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra. Llego miércoles, a las 17:04 horas. Desde allí envió este jueves«tres buenas noticias» sobre su funcionamiento.

«Philae pasó la noche sobre el cometa y tenemos tres buenas noticias: la primera es que está posado sobre el núcleo del cometa; la segunda es que recibe energía, sus paneles solares están encendidos y le permiten encarar el futuro; y la tercera, es que estamos en contacto permanente con Philae, ya que el robot emite y envía informaciones a Rosetta y luego la sonda, que está en órbita alrededor del cometa, las transmite» a la Tierra, ha informado Jean-Yves Le Gall, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia. Según el responsable, la señal de radio funciona bien y se mantienen en contacto directo con Philae.

Pero no todo salió como se esperaba. La sonda Philaerebotó en el cuerpo celeste y cayó lejos del lugar previsto. El sistema de anclaje, consistente en dos arpones fijados en las patas, al parecer no funcionó correctamente. Consultado acerca del anclaje sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y el funcionamientos de los dos arpones que lleva en las patas, Le Gall ha destacado que «lo más importante es que estamos bien posados». «Luego veremos lo que hacemos con los arpones -ha añadido-. Estamos haciendo un chequeo de Philae; estamos en contacto, eso es lo más importante». «Y sobre todo, tenemos energía», ha insistido. «Teníamos la batería que permitía vivir de manera autónoma varias decenas de horas, pero ahora los paneles solares funcionan», ha agregado. Y esto le permite a Philae encarar una vida mucho más larga, «más allá de las 60 horas» de las baterías. «Todos los sistemas funcionan bien», ha asegurado.

En cuanto al núcleo del cometa, «todas las teorías» apuntaban a que se trataba de una «bola de nieve sucia, más bien compacta». Ahora los científicos saben gracias a Philae que se trata de una superficie «totalmente accidentada». «Allí donde esperábamos una superficie blanda, encontramos hielo» duro, ha agregado Le Gall.

Tres aterrizajes

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha confirmado además que la Sonda Philae aterrizó en tres ocasiones. Es decir, que el fallo en los arpones provocó que el módulo rebotara varias veces hasta aferrarse definitivamente a la superficie. «Los análisis magnéticos revelan 3 aterrizajes a las 15:33, 17:26 y 17:33 UTC», escibió la ESA en su cuenta de Twitter@esaoperations, un mensaje que también se ha comunicado a través de la cuenta de la Sonda Philae (@Philae2014).

Según se ha desprendido de las informaciones llegadas del motor aterrizador de la sonda Philae, el primero de los «saltos» duró una hora y 50 minutos, durante los cuales la sonda se desplazó a 38 centímetros por segundo. El segundo bote fue algo más pequeño: se desplazó a 3 centímetros por segundo durante 7 minutos.

Sin embargo, no todo han sido buenas noticias, y debido a estos tres rebotes, y según ha confirmado la ESA, la sonda Philae no se encontraría en Agilkia, sino en una zona que se podría corresponder con el «punto B» -una de las cinco zonas que barajó inicialmente-.

En la rueda de prensa, se ha indicado que el robot de Rosetta aterrizó «con gran precisión» en el lugar elegido y después sufrió dos rebotes, pero, al no funcionar los arpones y rebotar, terminó en otra parte del cometa. A este inconveniente, también se suma el hecho de que Philae se encuentra en una sombra. «Quedamos a la sombra de un acantilado», explicó a la prensa el astrofísico Jean Pierre Bibring. Este hecho podría poner el peligro el funcionamiento de los paneles solares, por lo que los científicos europeos están trabando para solucionar este nuevo inconveniente.

Este descontrol ha provocado también que la sonda Philaeno esté colocada como los investigadores esperaban. En este sentido, el manager del aterrizaje en el centro de control de la ESA, Stephan Ulamec, ha indicado que el robot no está en paralelo a la superficie y que estaría anclada «sólo con dos de sus patas». Ulamec ha indicado que el equipo de la misión está trabajando para modificar su posición «en las próximas horas». El cuerpo del aparato puede girar hasta 8 grados, lo que también solucionaría, en parte, los problemas relacionados con la iluminación.

La superficie de la sonda Philae está recubierta de paneles solares con los que recoge energía para realizar su trabajo. La ESA esperaba que las horas de luz estuvieran alrededor de las siete. Ahora, han reconocido que en el nuevo lugar de aterrizaje sólo cuentan «con una hora». Actualmente, se está utilizando una segunda batería que no necesita tanta energía, lo que ha permitido obtener los primeros datos. «Las condiciones no son las ideales, pero todos los instrumentos están funcionando y muchas mediciones están en progreso», ha reconocido el científico.

Esta información confirma las primeras sospechas del equipo de la misión Rosetta. Este miércoles, el manager del aterrizaje en el centro de control Stephan Ulamec ya apuntaba a la posibilidad de que se hubiera producido un rebote del aparato. «Puede que no hayamos aterrizado una vez, sino dos veces», declaró en la tarde del miércoles y se ha confirmado este jueves.

Primeras fotografías

A pesar de todos los inconvenientes, los científicos de la agencia espacial ya han recibido las primeras imágenes de la misión Rosetta. Una, obtenida desde la nave Rosetta, muestra a la sonda Philae en su nueva ubicación y «haciendo acrobacias» sujeta por sus dos patas. Mientras, la propia sonda ha captado numerosas fotografías, las más destacadas las que recogen lo que hay «bajo sus pies» y otra del horizonte. «Es la primera fotografía sacada desde un cometa», ha recordado Ulamec.

Gracias a estas imagenes de la sonda Philae se ha podido sabe que el aterrizaje se ha realizado en una superficie de material polvoriento y que la textura de este cometa es rocosa con polvo alrededor. Los expertos han explicado que hay más imágenes que se están procesando, aunque no se podrán hacer públicas debido a los problemas de comunicación existentes.

Histórico aterrizaje del módulo ‘Philae’ sobre un cometa

El módulo ‘Philae’ aterriza en la superficie de un cometa

Es la primera vez en la historia que una nave lo consigue

La sonda culmina una misión de diez años. Los arpones no se han disparado, por lo que está solo sujeto a la superficie con tornillos

ALICIA RIVERA Villanueva de la Cañada 12 NOV 2014 – 18:56 CET103

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 A las 17.03 hora peninsular española, exactamente a la hora prevista, la sonda Philae ha marcado un hito sin precedentes en la historia de la exploración del espacio: ha aterrizado en la superficie del cometa 67P/Churyamov-Gerasimenko, viajando por el Sistema Solar a 510 millones de kilómetros.

«Philae nos ha hablado, ha aterrizado… estamos en la superficie del cometa», ha dicho desde el centro de control de la sonda en Colonia, Alemania, un emocionado Stephan Ulamec, jefe del equipo de la sonda de descenso, a los pocos minutos de recibir la primera señal. Es solo una señal, pero el hecho de que haya sido capaz de transmitirla, de decir «aquí estoy» es importante porque significa que ha llegado al suelo en buenas condiciones.

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Científicos celebran en el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Toulouse, Francia, el aterrizaje en el cometa. / REMY GABALDA (AFP)

El director general de la ESA Jean Jacques Dordain, no menos emocionado, no ha ahorrado pasión. «Es un gran paso para la civilización». Con sentido del humor ha añadido, en los primeros minutos tras el aterrizaje que «el problema del éxito es que parece fácil», pero no lo es. «Hace falta mucho conocimiento, mucha dedicación, para lograrlo», destacando la labor de más de dos décadas, «de los expertos europeos y en colaboración con nuestros socios».

La sonda se desprendió siete horas antes de la nave Rosetta, que esta dando vueltas al cometa, e inicio la caída hasta el suelo, hasta un lugar bautizado Agilkia. Nunca hasta ahora se había intentado el descenso del robot de un cometa, hasta que esta misión de la Agencia Europea del Espacio (ESA) se lo propuso hace más de 20 años. La señal del aterrizaje llegó al centro de control de la ESA en Alemania y a los dos centros de la nave (en Toulouse, Francia) y de la sonda de descenso (en Colonia, Alemania). En el centro científico de la agencia, ESAC, junto a Madrid, más de 200 personas que abarrotaban la sala principal estallaron en un largo y eufórico aplauso, igual que en los centros de control. Era una operación de alto riesgo que ha acabado con éxito. Poco después, el equipo confirmaba que los arpones que lleva la nave para sujetarse a la superficie del cometa no han funcionado, y esta solo sujeta con tornillos. El equipo va a intentar dispararlos de nuevo.

Durante cinco de las siete horas de descenso, se han recibido en la Tierra datos y fotografías del Philae. La gran expectación era, tras el aterrizaje, la imagen panorámica que el módulo debe tomar nada más llegar al suelo. El cometa viaja por el Sistema Solar en estos momentos a 55.000 kilómetros por hora. La Rosetta, con el Philaeenganchado, partió de la Tierra hace 10 años y ha cumplido un viaje de 6.400 millones de kilómetros hasta llegar al 67P/Churyamov-Gerasimenko.

Un cometa descubierto en 1969

– El cometa 67P/Churyumor-Gerasimenco fue descubierto en 1969 por Klim Churyumov tras una fotografía tomada por Svetlana Gerasimenco. Y era el cometa periódico número 67 que se encontraba, de ahí su nombre.

– Se acerca al Sol cada seis años y medio, hasta una distancia de 185 millones de kilómetros de la estrella (la Tierra está a 150 millones de kilómetros). Su órbita habría variado en 1959, y seguramente también en 1840, acercándose al Sol debido a la influencia gravitatoria de Júpiter, el mayor planeta del Sistema Solar, por lo que solo recientemente se aproximaría algo más a la estrella. Eso que lo convierte en un buen objetivo de la misión Rosetta, ya que no habría cambiado mucho por los múltiples acercamientos al Sol en su historia, como otros cometas.

– Su masa es de unos 10.000 millones de toneladas y su densidad, 400 kilos por metro cúbico. Su diámetro máximo es de cuatro kilómetros.

– La nave Rosetta ha descubierto que tiene una forma irregular, con dos lóbulos, como un patito de goma, dicen los científicos, con cabeza y cuerpo. ElPhilae aterriza en la cabeza.

“Es una misión muy ambiciosa: la primera que ha ido al encuentro de un cometa, la primera en acompañarlo hacia el Sol y ahora la primera en aterrizar en él”, declaró Martin Kessler, jefe de operaciones científicas de la ESA, en ESAC, en Villanueva de la Cañada, junto a Madrid.

Desde las 16.30, hora española, la señal de aterrizaje podía recibirse en cualquier momento y todos los centros de la ESA estaban pendientes de las pantallas. En realidad, el contacto con el suelo del cometa se produjo casi media hora antes, pero las radioseñales tardan 28 minutos en recorrer los 510 millones de kilómetros hasta la Tierra.

Philae, además de la minuciosa preparación de la difícil operación por parte de los ingenieros y científicos de la misión, ha tenido suerte. «En Agilkia hay rocas y desniveles, y eso que era el punto más fácil de los posibles para el aterrizaje. Necesitamos suerte para no caer en una pendiente o en una roca grande», había explicado pocos minutos antes Miguel Pérez Ayúcar, ingeniero de operaciones de Rosetta en ESAC. La cosa se había complicado desde primeras horas de la madrugada, cuando los encargados de control del Philae constataron que no se encendían los pequeños propulsores de la nave que tenían que ayudar en el momento de contacto con el suelo. El resto de la maniobra fue saliendo como estaba previsto. El modulo se separó, giró, desplegó las patas durante el descenso… a las dos horas se restableció el contacto con Rosetta y de esta con la Tierra. Empezaron a llegar las primeras fotos y datos. Especialmente aplaudida fue la de Rosettafotografiada desde el Philae nada más separase, y la de Rosetta alPhilae, ya con las patas desplegadas, a una cierta distancia.

Pero la misión Rosetta no se limita a esta exitosa operación de aterrizaje. La nave continúa girando alrededor del cometa, estudiándolo, y lo hará durante meses. «Tenemos más de un año por delante de ciencia acompañando al 67P/Churyamov-Gerasimenko», explicó el astrofísico español Álvaro Giménez, director científico de la ESA. Y ahora, además, el Philae debe empezar a tomar datos científicos también desde el suelo.

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Imagen del cometa 67p/CG tomada por el satélite Philae a 3 kilómetros de distancia. ESA

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Vista del módulo ‘Philae’ capturada desde Rosetta.

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Este cometa se acerca al Sol cada seis años y medio, hasta una distancia de 185 millones de kilómetros de la estrella. Su masa es de unos 10.000 millones de toneladas y su densidad, 400 kilos por metro cúbico. ROSETTA/NAVCAM (ESA)

El módulo ‘Philae’ se separa de ‘Rosetta’ en su camino a la superficie del cometa

Uno de los sistemas de sujeción al suelo de 67P/Churyumor-Gerasimenco “parece no funcionar”

VÍDEO Retransmisión en directo del aterrizaje
http://new.livestream.com/ESA/cometlanding

Alicia Rivera Villanueva de la Cañada 12 NOV 2014 – 11:18 CET18

La nave Philae se ha separado correctamente de la sonda espacial Rosetta, en órbita del cometa 67P/Churyumor-Gerasimenco, a las 10.05 hora peninsular española. En realidad, la orden de separación ha debido producirse antes, pero las señales tardan 28 minutos y 20 segundos en recorrer los algo más de 500 millones de kilómetros que separan al cometa (y los dos robots de la misión Rosetta) de la Tierra. El módulo de descenso debe llegar al suelo unas siete horas después.
Rosetta había recibido, a las 8.35 hora peninsular española, la orden de “adelante” para la operación de aterrizaje en el cometa. A lo largo de la noche y la madrugada se han sucedido las comprobaciones de datos procedentes de la nave y se han ido enviando los cuatro comandos de “adelante” previstos en las distintas fases.
Solo ha habido un fallo: los propulsores que el Philae lleva en la parte superior para “aplastar” el robot contra el suelo del cometa cuando llegue y facilitar su sujeción al mismo “parece que no funcionan”, ha informado Stephan Ulames, jefe del Philae, desde el centro de control de la sonda de descenso en Colonia (Alemania). Pese a ello, se ha decidido seguir adelante con la operación. El Philae lleva otros dos sistemas de enganche a la superficie cometaria: unos tornillos en las patas y unos arpones. Se trata de garantizar que el robot se fije al suelo y no salga rebotado al espacio de nuevo cuando tome contacto, dada la escasa gravedad del 67P/Churyumor-Gerasimenco.
“Es el acontecimiento de los 50 años de historia de la exploración espacial, algo que, si sale bien, va a competir con el descenso de la sonda Huygens en Titán, la luna de Saturno”, señala un portavoz de la Agencia Europea del Espacio (ESA) en el centro científico de la institución, en Villanueva de la Cañada (Madrid), donde el personal, unos 200 ingenieros y científicos, están absolutamente pendientes de lo que pase en el cometa.
“El módulo de descenso está viajando ya el solo”, ha declarado Stephan Ulamet desde el centro de control del módulo en la Agencia Espacial Alemana. “En un par de horas recibiremos radioseñales del Philae y podremos saber cómo esta y cómo va”.
Toda la maniobra se está siguiendo también en Toulousse (Francia), donde esta el centro de operaciones de Rosetta. El control de toda la misión se realiza desde ESOC, en Darmastadt (Alemania), donde esta el centro de control de la ESA. Las dos principales redes de antenas de seguimiento de satélites lejanos, la de la ESA y la de la NASA, repartidas por todo el planeta, están pendientes hoy de la operación en el cometa.
Hacia el mediodía de hoy, hora española, la Rosetta empezará a recibir datos del Philae y los enviará a la Tierra. Las dos fotografías «de despedida» que habrá tomado la sonda de descenso nada más separarse de la nave pueden llegar una hora más tarde, según informa un experto del centro científico de la ESA, ESAC, en Madrid.

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